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El ayuno para bajar de peso? El ayuno para curarse? El ayuno Diario Dr. Trotta

Revista del ayuno personal del Dr. Trotta de septiembre de 2017 para informar de este tratamiento real y potente. Una experiencia positiva de ayuno para bajar de peso y/o curarse.

El ayuno Diario Dr. Trotta, ayuno completo durante una semana en septiembre de 2017.

Nunca había ayunado antes.

Jueves: El primer día de ayuno. Peso 76 kg

Segundo día de ayuno los viernes, peso 75 kg.

3er día de ayuno el sábado. Peso 74 kg

Así ganamos 30% de energía más y un tiempo increíble porque pasas mucho menos tiempo para comprar y preparar las comidas. Es nuevo esa sensación de libertad con respecto a la nutrición que se libera poco a poco en mí.

Grafica de pérdida de peso y grasa

Cuarto día de ayuno: domingo, peso de 73,5 kg

Quinto día de ayuno el lunes. Peso 73,2 kg

Día 6: Jueves, peso 72,5 kg

7º día de ayuno: Miércoles empezo de nuevo el trabajo, peso 72 kg

En total, estos 7 días de ayuno son muy beneficiosos.

Para aquellos que quieran probar esta experiencia, les aconsejo tomar DRENADOCTA drenaje-detox que ayudará a estimular el hígado y los riñones para eliminar las toxinas del ayuno.

Por último te recomiendo el ayuno por las siguientes razones:

- Una o dos veces al año, otoño y primavera para una desintoxicación y limpieza de "todo dentro de" su cuerpo : es tu mejor prevención de la enfermedad.
- Si usted tiene sobrepeso y desea perder peso rápidamente y recuperar la salud.
- Si tiene enfermedades de "sobrecarga": hipertensión, diabetes, reumatismo y enfermedades cardiovasculares. El ayuno es las mejor terapia para combatir estas enfermedades sin medicamentos químicos.
- Incluso si usted tiene cáncer aconsejo a ayunar. Personalmente si me diagnostican un cáncer, me gustaría empezar el ayuno de al menos tres semanas para "matar de hambre a mi célula cancerosa", porque la célula cancerosa no sabe cómo utilizar la vía metabólica de la cetogénesis y sabe utilizar como combustible solamente la glucosa. El ayuno es matar a las células cancerosas de forma natural. Además de ayunar el día antes y el día de la quimioterapia reduce significativamente las náuseas y los vómitos, y puede aumentar la eficacia de la misma. Pero esto es otro tema porque es una cuestión delicada que requiere apoyo psicológico y médico especial y dedicado.

 

El Dr. Pascal Trotta
info@dr-trotta.com

Tel : 943 059 203

 

Si quieres saber mas :

Diario completo de "ayuno" del Dr Trotta. Ayuno completo de una semana, septiembre 2017.

Empiezo mi ayuno el miércoles 15 de septiembre, después de desayunar en San Sebastián.

Teníamos que salir cinco días de viaje y nos enteramos que nuestro billete había sido anulado por huelga de los controladores aéreos, situación frecuente en Francia.

Irritado por esta situación y con cinco días por delante, decido ayunar desde el día siguiente por este periodo e intentar mantenerme.

Cómo y por qué aparece esta motivación repentina por el ayuno?

Fueron unos amigos los que me aconsejaron en el año 2016, ver una emisión muy interesante sobre el ayuno. Cuando la vi, meses después, me quedé impresionado por la experiencia tan grande acumulada por Rusos y Alemanes sobre esta terapia. Durante mis doce años de estudios médicos, nunca me enseñaron nada en relación con el ayuno!

Después de trabajar 12 años como radiólogo y habiendo visto los efectos secundarios tan terribles de la quimioterapia y constatando como alrededor de la mitad de los pacientes que morían por el  cáncer, lo hacían sobre todo por los efectos secundarios de estos tratamientos, me dije lo siguiente: "si algún día tengo un cáncer, lo primero que haré será un ayuno, antes que tocar la puerta de un hospital."

Es algo que siento, instintivo, que no sé explicar, que quizás venga de todo lo que he leído, de mi sentido común en medicina, que nunca me ha abandonado y que explica mi recorrido sinuoso a nivel profesional, pero realmente apasionante a nivel personal!

Por todo esto, "a priori" el ayuno lo sentía ya como algo positivo, pero mi gran apetito y el haber sufrido en la adolescencia numerosas hipoglucemias, debidas a errores en el modo de alimentarme, me producían un miedo instintivo, miedo a que me faltase alimento y me volvieran estas fastidiosas hipoglucemias.

Por esta razón, nunca hasta ahora, había hecho un ayuno.

Sí, había intentado durante la Cuaresma, cenar menos durante 40 días, de lunes a viernes. Para conseguirlo, los fines de semana me relajaba con las obligaciones. Lo que me permitía poder cenar con amigos o con la familia y poder ir a algún buen restaurante. Esto me ha permitido aguantar y no romper la dinámica de estos 40 días.

Para mí, tomar solo un cuenco de sopa y eliminar todo a lo que estaba acostumbrado (vino, salchichón, queso, pan...) ya era una victoria. Al final de la Cuaresma tenía 4 kilos menos y había descubierto que tenía voluntad, allí donde pensaba que me faltaría.

Como ya he explicado en mi libro "la alimentación viva, mi primera medicina", hace doce años cambie mis hábitos alimenticios totalmente. Pero no había conseguido disminuir mi apetito y sabía que algún día tenía que aprender a comer menos, ser más sobrio, ser un poco como los Hunzas, pueblo con tradición de longevo, debido en gran parte a su sobriedad.

Por lo tanto, después de haber visto y asimilado esta emisión sobre el arte de ayunar, tuve la suerte de encontrar en mi camino personas que me han reafirmado en mi idea de ayunar:

La primera: un amigo de mi cuñado, con el que me encontré en un cumpleaños y que era el único que en vez de festejar con champán y vinos, lo hacía con "su botella" . Este amigo, había tenido una recaída de un cáncer de próstata y había tomado la decisión, tras otros tratamientos muy exigentes, de ayunar. Antes de que se fuera, tuve ocasión de hablar con él y pude constatar el olor de su aliento, a acetona. Lo que me confirmó que estaba ayunando y de hecho, muy eficazmente. Tras esa charla , tuvimos intercambio por email, donde me informaba dónde  documentarme sobre los últimos estudios científicos que se estaban realizando en EEUU  demostrándose  la eficacia del ayuno en los tratamientos para el cáncer.

La segunda persona que se cruzó en mi camino, fue un primo que vive en París y en cuya casa me alojé unos días. Acababa de regresar de Málaga, de la clínica  Buchinger, donde había realizado un ayuno de 10 días para curarse de una hipertensión.

Había perdido 12 kilos y había corregido de forma natural su hipertensión, sin tomar medicamentos químicos. Esto, no es más que sentido común, cada kilo perdido le ayudaba a disminuir su tensión.

Por lo tanto, gracias a toda la información encontrada, las personas con las que me encontré, (viéndolas tan bien),  y mi sentido común,  decidí empezar por primera vez yo mismo, un ayuno, pero de forma progresiva.

Tras las fiestas de Baiona y para eliminar todos los excesos de estos días, pasé a una fase más radical que en la de la Cuaresma: no cenar absolutamente nada!

Para mí, fue una gran victoria personal conseguir el primer día, no cenar nada. Solamente mi drenante detox DRENADOCTA. Al día siguiente desayuné como siempre. Orgulloso de este primer éxito, tampoco cené al día siguiente y continué así de domingo a viernes, 6 noches seguidas. Mientras que en el año 2015, cenando poco, perdí 4 kilos en 40 días, esta vez había perdido 4 kilos, solo bebiendo infusiones o mi drenante, en tan solo seis días.

Por lo tanto, es mucho más eficaz si queremos hacer una cura rápida detox y perder peso, no cenar nada en absoluto.

En cuanto  se presentó la oportunidad, contento con mi éxito, decidí pasar del micro-ayuno de la noche, al ayuno completo.


Para ayudarles con su ayuno, quiero hacerles participe de mi experiencia y para ello les expongo mi diario de ayuno.

Empecé un miércoles, que para mí era más fácil, ya que ya tenía la costumbre de no cenar. Tomo mi DRENADOCTA  y me acuesto normalmente. Al día siguiente me levanto con la intención de no comer absolutamente nada.

Jueves: Primer día de ayuno. Peso 76 kg (peso a la mañana, desnudo, y recién orinado) no me resulta difícil. Estoy sorprendido.

Para desayunar, como siempre, tomo solamente té verde a la menta. Y en seguida me voy con un amigo a andar en moto. Hacemos 40 km y me encuentro perfectamente. Ni cansancio, ni hipoglucemia. Mi amigo me propone comer pero le respondo que no, que me mantengo firme en mi ayuno. Respeta mi decisión y me pregunta si no me resulta muy difícil.

Le comento que yo mismo estoy extrañado, pero que por ahora me está resultando fácil. Sin embargo estaba sediento y con la boca seca. En casa de mi amigo bebo solo un vaso de agua.

Al llegar a casa, mi mujer y mi hijo ya habían comido y como ya sabían que había empezado mi ayuno tuvieron la delicadeza de no tentarme con nada. Me compré 2 l de jugo de verduras bio y un cuarto de litro de jugo de chucrut.

Como guía para seguir mi ayuno, tuve el libro del Dr Hellmut Lützner, "Ayunar. Adelgazar, eliminar, desintoxicarse". Tomé mi cuarto de litro del zumo de verduras BIO diluido con la mitad de agua, y y bebí este medio litro de zumo diluido, lentamente, tomando pequeños tragos que "masticaba", haciéndolos pasar por entre los dientes, haciéndome creer que había comido algo sólido.

Pensar y hacer creer que has comido algo sólido, hace que resulte más fácil.

Nada más en la comida.

Fortalecido por esta primera experiencia, habiendo sido capaz de no cenar la víspera, no desayunar, ni comer, siendo como soy un adicto al desayuno de "rey" y a las comidas copiosas, con el fin de cenar poco, me tumbé al sol para descansar (ya que empezaba a sentir cierto cansancio) y me puse a leer detenidamente el libro del Dr Lützner, subrayando lo que más me interesaba.

No merendé y a la noche volví a tomar mi 1/2 litro de zumo de verduras BIO diluido y con la satisfacción de ver a mi mujer cenar, toda extrañada de mi tranquilidad.

Dormí igual de bien que la primera noche.

Dato a conocer: cuando se cena  poco  o se ayuna, se duerme muy bien!

O por el contrario, al comienzo, puede tenerse pesadillas o sueños significativos que pueden tener que ver con crisis de desintoxicación psíquica o espiritual.

 

2º día, viernes, ayuno completo, 75 kg de peso

En un solo día de ayuno, 1kg menos. Muy eficaz a la hora de perder peso.

Desayuno: té verde a la menta, evidentemente, sin azúcar. Hay que desterrar al máximo el azúcar, de esta manera damos psicológicamente el pistoletazo de salida al ayuno, lo que llamamos la cetosis. Desarrollaré en otro artículo estos mecanismos psicológicos del ayuno que explican la resistencia de la persona que ayuna, frente al cansancio y las hipoglucemias.

Me vuelvo a ir en moto a una subasta de muebles. Después voy a visitar al mismo amigo con el que estuve la víspera, quien me pregunta por mi estado. Le respondo que estoy sorprendido, de momento, con la facilidad con la que se está desarrollando todo este primer día de ayuno, aunque no canto victoria, ya que doy por supuesto que llegaran los momentos difíciles.

Volvemos a casa. Mi mujer ha invitado a comer a dos primas suyas. Me siento con ellas a la mesa pero me excuso y les digo que yo solo tomaré un zumo de verduras. Yo mismo me extraño de poder estar sentado frente a esta apetitosa comida y encima satisfecho con mi zumo de verduras. Esto es síntoma de que el ayuno ha cogido ya su ritmo y de que el hambre no me atenaza demasiado.

Les preparo el café acompañado del chocolate negro y volvemos a la subasta, donde permanezco de primeras de pie, aunque luego me siento. Paso la primera subasta y sufro el primer episodio un tanto difícil: es bastante estresante la primera vez que pujas y había leído que durante el ayuno hay que evitar los momentos de estrés ya que el metabolismo durante estos momentos es resistente pero no permite los aceleramientos. Por un momento, siento de nuevo una rápida aceleración del ritmo cardiaco y necesito volver a sentarme y descansar, síntoma de que mi cuerpo pide una dosis de glucosa, que por la ausencia de alimento no se repone rápidamente. Me adapto a este nuevo ritmo.

Cuando termina la subasta, necesito sentarme durante 20 minutos. Aprovecho para descansar pero al cabo de 20 minutos estoy de nuevo de pie, fresco y dispuesto sin haber tomado nada. Durante estas dos horas y media solo sentí sensación de sed por lo que bebí dos vasos de agua.

Tengo la fuerza de meter los objetos comprados en dos viejas maletas, ellas mismas ya muy pesadas y volver a casa, donde preparamos la cena ya que de nuevo tenemos invitados.

Nueva victoria: hemos organizado dos cenas con invitados y he podido pasarlas sin molestar a nadie por mi ayuno, tomando solamente un poco de gazpacho y bebiendo solo agua, mientras ellos comían y bebían sin contemplación!

Había leído que cuando se ayuna, se recomienda aislarse o juntarse con personas que estén en la misma situación, ciertamente al hacerlo así, resulta más fácil. Pero por mi  profesión de médico y por mis obligaciones, por ahora no había podido permitírmelo. Decido aprovechar estos 5 días inesperados de fiesta para embarcarme solo en este ayuno, y no molestar a nadie. Voy a hacer la vida de siempre. Creo que la decisión que he tomado necesita quizás más voluntad que la que tengo pero a la vez es una decisión sabia  y bastante flexible, y permite que todos puedan ayunar en su entorno. En todo caso, por el momento,  esta experiencia es favorable y espero llegar a cumplir la semana. No siento la necesidad de acostarme pronto, llevo vida normal y me siento a cenar con mi esposa, aunque yo no ceno, por supuesto. No siento ningún cansancio especial.

Sí puedo decir, que duermo mejor que de costumbre y que me despierto más fácilmente por la mañana. Necesito dormir menos.

Cuando me levanto siento menos dolor, mis articulaciones y tendones están menos rígidos que de costumbre. Sin embargo, conviene levantarse suavemente, ya que se puede sentir cierto aturdimiento si uno se levanta demasiado rápido: esto es debido  a la hipotensión ortostática que se produce por la deshidratación inducida por el ayuno.

 

3° día de ayuno, sábado. Peso 74kg

La factura de no haber cenado,  se paga a la mañana siguiente. Delante de la mesa del desayuno y muerto de hambre, me pregunto cuánto sería capaz de comer? Me resisto ante esta tentación y me preparo un té verde, que bebo tranquilamente, mientras charlo con mi hija mayo. Quizás bebo mi té demasiado rápido  y vuelvo a sentir las mismas nausea, ligeras y pasajeras, que ya había sentido en mi primer desayuno a base únicamente de té y sin nada sólido.

Esto forma parte de los efectos secundarios, al principio del ayuno, pero pasa enseguida. Por lo tanto, aunque se tenga mucha hambre, hay que beber lentamente.

Otro detalle a mencionar: como no se come sólido, se va mucho menos al baño. Yo, que tengo una nutrición equilibrada y un tránsito regular matinal, solo he ido al baño el segundo día.

No he hecho los enemas aconsejados en el libro del Dr Lützner, ni he tomado el sulfato de sodio para vaciar el intestino, porque al tener un tránsito excelente, no tenía ganas de someterme a ello, ni lo creía necesario. Además prefiero hacerlo así, y aconsejar a mis pacientes en base a mi experiencia, sin enemas y sin esa poción amarga. Ya veremos cómo me va de esta forma.

Este tercer día, sábado, como desde hace 10 años voy al mercado de Baiona, donde escojo los productores locales, ya amigos, y donde pasamos juntos momentos agradables. Solo bebo un café, que me ofrece mi amigo Iñaki y no voy a tomarme mi vaso de vino blanco, ni a comer ostras. Me contento con comprar buen vino para mis amigos.

Para comer, bebo mi medio litro de zumo de verduras diluido y después acudo a una boda, donde estamos invitados .

Mi segunda hazaña! Consigo tomar solamente mi vaso de zumo de pomelo, teniendo enfrente un cocktail excelente!

Una anécdota: mi mujer, me dice que tome aunque sea un pequeño canapé "no te hará daño". Elijo uno de aguacate y cuando me dispongo a degustarlo,  el amigo con quien estaba charlando,  me lo quita de las manos y se lo come. Miguel me hace ver que este pequeño gesto puede suponer el final de mi ayuno, ya que un solo canapé puede desencadenar un hambre terrible! Comiéndose mi canapé  no solo se toma un bocado exquisito, sino que a la vez me hace un gran favor ya que seguramente hubiese sido el fin de mi ayuno!

De vuelta a casa, solo tomo medio litro de zumo de verduras, guardo los baúles comprados la víspera, habiéndolos limpiado antes, y me río con mi mujer por las ganas que me han entrado de hacer bricolaje! Sobre todo por lo poco que me gusta y lo torpe que soy para hacer este tipo de trabajos.

Me siento en el salón a leer. No estoy para nada cansado. Después, me surge la idea de escribir este diario. Quiero compartir mi experiencia y enseñar y demostrar que se puede ayunar sin grandes cambios en nuestra vida cotidiana. Son la 1h20 de la mañana y no siento ningún cansancio. Cuando se lleva bien un ayuno, es increíble la energía que libera!  Es verdad que un 30% de nuestra energía se emplea para hacer la digestión.

Ganamos un 30% de energía y mucho tiempo, que no tenemos que emplear en ir a la compra y preparar la comida. Para mí es nueva esta sensación de libertad, en relación con la comida, que empiezo a experimentar poco a poco.

 

Gráfico pérdida de peso (kg)grasa(%)

 

 

Un agujero menos en el cinturón en 4 días.

Más flacas las mejillas.

Sensación de boca pastosa, pero no molesta.

Se "mastica" el zumo de verduras para hacerlo durar.

Puedo contentarme con muy poco y vivir casi con normalidad. Sí que tengo una sensación de vacío en el estómago que me atenaza un poco, pero no es nada en relación con la sensación de energía física, psíquica y espiritual liberadas.

Sentí emociones muy fuertes durante la misa de la boda, que me predispusieron a la oración y a la conversación .

Las ideas son más claras.

 

4°día de ayuno: domingo, peso 73,5kg

Duermo muy bien. Me levanto y como todos los domingos voy a comprar croissants y pan rico para que desayune mi familia. Los aromas de la panadería despiertan en mí ciertos apetitos, pero cuando llego a casa me tomo solo mi té. Siento ciertas nauseas y salgo de la cocina, ya que el desayuno del domingo es el día en el que me regalo con alimentos "extras" que el resto de la semana no me lo permito, ya que siempre sigo una alimentación sana. Me dan, ciertamente, envidia. Siempre he sido y siempre seré un "gourmand"!

Voy a misa de 11:00h con mi hija mayor. En increíble cómo el ayuno nos predispone a prestar más atención, rezar, y nos eleva espiritualmente. No es de extrañar, ya que Jésus, antes de comenzar su vida pública, se aisló en el desierto para ayunar. Muchos personajes místicos cristianos y otros como Gandhi, ya hablaron de la fuerza espiritual que da el ayuno.

Para comer el domingo en familia, (más un amigo invitado), mi mujer prepara pollo en salsa, arroz y descorcha un buen vino. Yo les miro mientras comen y "mastico" mi zumo de verduras. Aunque me siento tentado, curiosamente, prefiero seguir con mi ayuno, antes que sacrificar esta experiencia demasiado pronto. Los beneficios que obtengo del ayuno son superiores a la envidia que siento por comer, y cada día la sensación de hambre disminuye.

A la tarde estoy muy activo y en vez de echar una siesta como de costumbre, me dedico a hacer bricolaje y a ordenar la casa, actividades no habituales en mí. Mi mujer no da crédito a tanta actividad doméstica y está francamente contenta con los beneficios que le está reportando el ayuno.

Estoy contento. Realizo trabajos que necesitan esfuerzo físico, como mover un saco de arena de 40 kg., desplazar baúles bastante pesados y todo ello sin sentir cansancio, ni necesidad de descansar.

Sigo sin merendar pero el olor a pan tostado vuelve a traerme sensaciones de apetito y deseos de comer. Los olores resultan más peligrosos que la vista de los alimentos .

Sigo resistiendo y para cenar me tomo mi cuarto de zumo de verduras BIO diluido con un cuarto de limón y un poco de agua. Lo tomo lentamente. Entre comidas bebo alrededor de 1/2 l a 1 l de agua, diariamente. Sueño menos profundo que los días anteriores y despertar más temprano.

 

5° día de ayuno, lunes. Peso 73,2 kg

Me despierto fácilmente. Lo más increíble es que no siento los típicos dolores musculares y de ligamentos del despertar: esto supone una gran liberación.

El desayuno que tomo sigue siendo bastante "triste" a base de té con un poco de miel y un café. Hay que beber lentamente ya que sino siento náuseas, y bebo menos cantidad de lo habitual. Me paso la mañana trabajando sin descanso y luego voy a hacer recados a la cuidad. Vuelvo a casa hacia las 13:30h. Estoy sediento. Bebo agua y después mi zumo de verduras diluidas con limón. Nada más. Sin siesta. Tarde activa, arreglando bicicletas.

A la tarde hago 1 hora de bicicleta en plena forma.

Con tan solo cuatro días de ayuno, consigo agacharme sin tener dolor de rodillas! Esto es sorprendente.

A la noche realizo trabajo intelectual, sin ningún tipo de fatiga, solo interrumpido para tomar mi zumo de verduras diluido con agua y limón y vuelvo a retomar mi trabajo hasta la una de la mañana.

Este quinto día de ayuno, es en el que me encuentro mejor, con una sensación de haber encontrado el equilibrio y una voluntad capaz de hacerme seguir este ayuno por más tiempo del previsto. Siento un bienestar beneficioso y me encantaría poder hacer partícipe de esta experiencia a todo el mundo.

Tenía previsto parar mañana el ayuno pero creo que voy a seguir hasta el miércoles y jueves, para comprobar si puedo trabajar y ayunar a la vez.

Consigo resolver tareas administrativas complejas con paciencia y tenacidad.

Me pongo menos nervioso que de costumbre, soy más paciente, me tomo la vida con una cierta indiferencia y cierta bondad. Este ayuno, es una experiencia realmente liberadora.

Son la una de la mañana y no estoy cansado.

Me voy a dormir, a pesar de que no tengo ganas de acostarme, para descansar y retomar este diario mañana.

Tanto amigos como familia se preguntan cómo consigo estar sin comer. Piensan que ellos nunca lo conseguirían! Yo solo les digo que prueben, que no es tan difícil!  Otros son de la opinión de que solo es posible hacer ayuno, aislándote de todo. No entienden cómo he podido invitar a cenar a amigos e ir a una boda! ....e ir a comprar croissants para que desayunen otros! Pienso, que si yo que soy una persona con un gran apetito y me gusta tanto disfrutar de la comida, todo el mundo puede ser capaz; pero entiendo que esto es una experiencia personal, que solo pretendo compartir...para ayudar a que cada uno ayune a su manera.

 

6° día: martes, peso 72.5 kg

Día parecido al anterior, con la misma energía, mucho bricolaje y diversas actividades, sin cansancio ni sensación de hambre.

Parece que el cuerpo se ha habituado y no reclama su ración de comida.

Quiero recordar que el cuerpo está hecho para vivir periodos de escasez y de ayuno, con un máximo de 40 días.

Desde que el ser humano ha existido sobre la tierra, ha vivido más periodos de hambruna que de abundancia. Por lo tanto el metabolismo del cuerpo humano está preparado para sobrevivir durante este periodo, sin comida. Es entonces, cuando el cuerpo utiliza las reservas de grasa que tiene para alimentarse.

En la historia de la humanidad, el período moderno no representa nada, solo desde hace un siglo que las sociedades occidentales comen diariamente. Pero esto no es la regla de la humanidad. Estamos hechos para pasar periodos donde nuestro cuerpo y nuestro intestino descansan. El ayuno es la manera moderna de respetar esta alternancia escasez-abundancia. Además vemos como muchas de las enfermedades modernas, son enfermedades debidas a la sobrecarga: enfermedades Cardio-vasculares, obesidad, reumatismo.... Hoy en día, muchas de las enfermedades son debidas a comer mucho y mal, y nos ponemos enfermos. El arma de destrucción masiva, no es la bomba atómica, sino el tenedor!

Ayunar, supone permitir al cuerpo echar mano en las reservas de grasa (las más tóxicas) para alimentarse y desintoxicarse.

El ayuno es una verdadera arma en manos del  médico y del terapeuta.

Si la SS utilizara este arma, no habría déficit y esto en menos de seis meses. Pero como esta institución depende de las políticas, que a su vez son dependientes de las multinacionales (que no tienen ningún interés en que se desarrolle el ayuno, ya que esto les impediría vender muchos medicamentos), solo con un cambio radical de las políticas será posible que el ayuno se desarrolle en los hospitales, lo que sería de mi agrado.

 

7 ° día de ayuno: miércoles, vuelvo al trabajo, peso 72kg

Hoy, vuelvo al trabajo y para desayunar solo tomo té verde y nada sólido.

Las consultas de un médico homeópata y de nutrición requieren una gran concentración, debido a la "escucha" especial y personalizada del médico homeópata y la relación de empatía que se debe establecer. Me doy cuenta que esto resulta bastante incompatible con ayunar, por lo menos en mi caso y experiencia. Pienso que la concentración que necesita un médico para entablar esta "escucha" y hacer un diagnóstico cara a estos enfermos que presentan enfermedades complejas y crónicas, requiere un aporte extra de glucosa que en periodo de descanso del cerebro y por ello ayunar y concentrarse al mismo tiempo no es nada fácil.

Por lo tanto, esta jornada laboral, en la que sigo sin comer nada, me resulta bastante difícil y decido retomar mi alimentación habitual, de forma progresiva, ya que al día siguiente también tengo consultas.

No ceno. Al día siguiente, octavo día, retomo un desayuno más consistente a base de muesli BIO, una fruta, un huevo pasado por agua y té verde. Para comer tomo verduras, sardinas y algo de lentejas. A la noche mantengo mi ayuno a base de líquidos.

Estos 7 días de ayuno me han reportado múltiples beneficios:  en una semana he perdido 4 kg, he visto como desaparecían mis dolores articulares y de tendones al levantarme, he podido agacharme con mucha más facilidad, más agudeza intelectual y más energía física. Mi cuerpo ha sufrido una verdadera "Detox".

Tenía mucho menos sueño, no tenía necesidad de echar la siesta después de comer, me acostaba 1h30 más tarde, dormía muy bien y me levantaba con mayor facilidad.

Esta experiencia de mi ayuno, la he realizado en mi entorno familiar sin cambiar mis actividades diarias cotidianas y sin aislarme de mi familia ni de mis amigos. Por diversas razones he elegido no ir a un centro especializado, ya que no podía permitírmelo y quería probar esta experiencia para comprobar si era posible. Es totalmente posible ayunar solo, pero sí que requiere voluntad y organización. No he realizado los enemas aconsejados y al día siguiente de terminar mi ayuno he tenido un tránsito normal.

Los puntos negativos son muchos menos que los positivos: algunas nauseas matinales, dificultad para trabajar con normalidad. No he teñido migrañas, ni crisis de eliminación tóxica. En total he perdido 4 kg y 4 cm de cintura.

Para aquellos que estén dispuestos a intentar esta experiencia, les aconsejo mi drenante DRENADOCTA que les ayudará a estimular el hígado y los riñones y así eliminar las toxinas que el ayuno hará eliminar.

Existen "grupos de ayuno" donde se juntan varias personas para ayunar entre 5-15 días , en un ambiente relajado, a veces deportivo, en lugares elegidos para el descanso y el relax.

Para los más afortunados, están las clínicas Bûchinger en Suiza y España, pero con unos precios increíbles....sobre todo para no comer nada. El precio está justificado por el entorno lujoso y los cuidados médicos.

Para aquellos que estén tentados de tener una experiencia parecida a la mía, pueden escribirme a info@dr-trotta.com, le daré algunos consejos prudentes.

En resume, yo le aconsejaría ayunar por las razones siguientes:

una o dos veces al año, otoño y primavera para hacer un Detox y limpiar el interior de su cuerpo y empezar de cero, completamente nuevo, lo que es la mejor prevención contra las enfermedades.
Si tiene sobrepeso y quiere adelgazar rápidamente y recuperar la salud.
Si tiene alguna enfermedad, como consecuencia de sobrecarga: hipertensión, diabetes, reumatismo,y enfermedades cardio-vasculares. El ayuno es la mejor terapia para vencer estas enfermedades sin medicación química. Solo tras hacer de una a tres semanas de ayuno, se podrá saber si hay que tomar medicamentos, ya que a menudo estos periodos de ayuno restablecen los índices de la presión arterial y glucémicos, sin medicación.
Incluso si tiene cáncer, le aconsejo ayuna. Personalmente, si me diagnosticasen un cáncer, empezaría por ayunar por lo menos tres semanas para "matar de hambre mis células cancerígenas" ya que la célula cancerígena no sabe utilizar la vía metabólica de la cetogénesis y solo sabe utilizar como carburante la glucosa. El ayuno en tanto que privación, mata literalmente de hambre a la célula cancerígena, de modo natural. Además ayunar la víspera y el día de la quimioterapia disminuye de forma considerable las nauseas y los vomito y aumenta la eficacia de esta. Pero esto es otro tema y ya volveremos en otra ocasión a retomarlo, ya que es un tema sensible que necesita una ayuda psicológica y médica especial y benévola.

 

El Dr. Pascal Trotta
info@dr-trotta.com

Tel : 943 059 203

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