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¿Debes tener miedo al colesterol ?

Hay que tener miedo del colesterol? No, no tenga miedo del colesterol. Y voy a explicarle por qué.

¿Hay que tener miedo del colesterol?

No, no tenga miedo del colesterol. Y voy a explicarle por qué.


Tras 12 años de estudios médicos, 20 años de practica en radiodiagnóstico y 15 años como médico de medicina nutricional, habiendo estudiado y comparado las distintas causas de las enfermedades (en particular de las enfermedades cardiovasculares), estoy en conocimiento de causa para poder afirmar lo siguiente:

1/ El colesterol es la hormona de la vida, del esqueleto y la inmunidad.

La vitamina D se sintetiza a partir del colesterol.

Colesterol + Sol , en la piel = Vitamina D
En efecto, el colesterol es el núcleo químico que está en el origen de la síntesis de las hormonas sexuales (testosterona para el hombre, progesterona y luego estrógenos para la mujer).

La vitamina D se sintetiza a partir del colesterol en la piel bajo el efecto de los rayos solares. Vitamina D que favorece la solidez de nuestro esqueleto y potencia nuestra inmunidad.

Casi todos tenemos deficiencia en vitamina D.

También el cortisol se sintetiza a partir del colesterol, siendo un antiinflamatorio natural del que tenemos necesidad.

Por lo tanto, no hay que temer al colesterol ya que este colesterol nos permite sintetizar las hormonas que favorecen la vida, la solidez de nuestro esqueleto, nuestra defensa natural contra la inflamación, y una parte muy importante de nuestra inmunidad.

2/ Nos dicen que el colesterol está en el origen de las enfermedades cardiovasculares y por lo tanto si este supera los dos gramos hay que tomar medicación contra el colesterol. Esto es absolutamente falso.

Para aclararle un poco el tema, le presento a continuación un extracto de mi libro “la alimentación, la primera medicina” sobre las enfermedades cardiovasculares.
La alimentación y las enfermedades cardiovasculares, página 155-157 :
Los mejores estudios sobre la relación entre la alimentación y las enfermedades cardiovasculares son los de Renaud y los de Lorgeril que han demostrado a los ojos del mundo y sobre todo a los americanos lo que llamamos actualmente “The French paradox”.

(Cf el régimen para la salud de Serge Renaud, éd. Odile Jacob). Han basado su argumentación en 3 constataciones:
1/ No son los genes el factor protección, si no el entorno.
Los japoneses son los que menos infartos tienen en el mundo. Por lo tanto si trasladamos a un japonés a los EEUU, lugar de la tasa mayor de mortalidad cardiovascular, y este japonés adopta el modelo nutricional americano, su riesgo cardiovascular ya no será el de su origen genético japonés sino el de su modo de vida americano. Y en sentido contrario ocurre lo mismo: australianos con un gran riesgo cardiovascular que han emigrado a Creta, han visto como caía su riesgo cardiovascular al del nivel de los cretenses, uno de los más bajos del mundo junto al de los japoneses.
2/ No es el colesterol el factor de riesgo, sino la posición de los ácidos grasos en la molécula de grasa.
De este modo, teniendo los cretenses una tasa de colesterol parecida a la de los americanos, tienen 20 veces menos infartos. Por qué? Porque los cretenses consumen aceite de oliva y los americanos grasas saturadas.
Lo que les he comentado en el capítulo sobre los omega 3, está demostrado claramente en los estudios nutricionales de población. Los pueblos que toman grasas poliinsaturadas de pescado (japoneses, esquimales) y monoinsaturadas de oliva (los cretenses) y de pato (suroeste de Francia) son los que tienen la incidencia y la mortalidad cardiovascular más baja del mundo. Y al contrario, los pueblos que consumen más productos lácteos y por lo tanto grasas saturadas (Finlandia, EEUU, Holanda) son los que tienen la mortalidad coronaria (infartos) más alta.
3/ El vino tinto protege del infarto.
Mientras que los franceses tienen los mismos factores de riesgo que los americanos (edad, presión arterial, colesterol, tabaco, consumo de grasas saturadas, sobre todo en el norte de Francia), su mortandad por infarto es dos veces y media menor. Por qué?
Es curioso constatar como la mayoría de los medicamentos recetados por Hipócrates contenían vino!
Como Heberden, el que descubrió la angina de pecho, recomendaba vino en sus tratamientos.
Del mismo modo, Serge Renaud, estudiando las estadísticas mundiales de la OMS sobre la mortandad coronaria y los estudios del “World Drink Trends” sobre el consumo de alcohol, llegaron a la siguiente conclusión en 1989 :
Existe una relación lineal entre el consumo de alcohol y la mortalidad coronaria.
Los que menos alcohol beben son los que más infartos tienen. Y la relación es mayor aún, una curva excepcional, con el consumo de alcohol.
Dicho de otra forma, más que el alcohol es el vino el que protege del infarto. Es la “paradoja francesa”: consumimos muchas grasas saturadas en el norte (lácteos) y monoinsaturadas en el sur (pato) y tenemos 2 veces menos de infartos que los americanos a pesar de tener los mismos riesgos cardiovasculares.

4/No es la tasa de colesterol la que provoca el riesgo de las enfermedades cardiovasculares sino la calidad de las grasas en su sangre.

No es la tasa del colesterol lo que deberíamos medir sino la relación entre los ácidos grasos saturados y los araquidónicos AA sobre los ácidos grasos poliinstaurados EPA.
Es esta tasa AA/EPA la que determina el riesgo de las enfermedades cardiovasculares. En Japón y en los esquimales es normal de 1-2.
En los EEUU es de 20 con máximo riesgo cardiovascular.
En Europe estamos alrededor de 1.
Por lo tanto, para que el riesgo cardiovascular sea mínimo hay que bajar el ratio alrededor de 2-5 .
Desgraciadamente hacer esta valoración no entra en la seguridad social, lo cual es un error, y siendo cara esta prueba, pocos medicos la mandan.
Personalmente, no me mido la tasa de colesterol (me da igual!), me mido este ratio que es realmente el marcador de riesgo de las enfermedades cardiovasculares.


5/Desde hace 30 años las “normas” internacionales del colesterol no hacen más que bajar, mientras que la tasa de infartos del miocardio que era de 30 en 150 000/año  en el año 1990 no ha bajado. Es raro, no?
Da la sensación que quieren que cada vez la gente tenga más miedo de tener colesterol (para que más gente tome medicación? Es lo que llamaríamos alargar las recetas).
Ya que una tasa 2,80g en 1990 se consideraba como normal y ahora por debajo de 2,2 g nos dicen que necesitamos medicación. Es lo mismo que con las normas de la tensión arterial que no hacen más que bajar, esto también es raro.


OMEDOCTA, los omega3 naturales del Doctor Pascal Trotta

6/ Las estatinas, el medicamento contra el colesterol bajan efectivamente de forma importante la tasa de colesterol en sangre pero tienen efectos secundarios que limitan considerablemente su utilización a largo plazo

La acumulación en su sangre de precursores del colesterol tiene el riesgo de intoxicar su hígado y sus músculos. He realizado numerosas ecografías hepáticas por tener un nivel alto en transaminasas que en la mayoría de los casos se debía a estos medicamentos anti colesterol.
De la misma forma, un gran número de pacientes suspenden estos medicamentos por dolores musculares debidos a la acumulación de estos precursores en sus músculos.
Y una bajada demasiado importante de la tasa de colesterol está en el origen de unos niveles bajos del cortisol, de la vitamina D y de sus hormonas sexuales, aumentando el riesgo de depresión.
Aquí tiene por lo tanto, mis consejos prácticos para reducir el riesgo de colesterol y de las enfermedades cardiovasculares, de forma totalmente natural y para nada artificial.

Siga la dieta cretense: es tan eficaz, incluso más, que cualquier medicamento anti colesterol.
Coma menos carne y más pescado (2veces/ semana es suficiente para reducir considerablemente el riesgo).
No beba leche. Consuma pocos yogures ( menos de 3 veces/semana).
Si le gusta el queso, convine entre quesos de vaca, cabra y oveja. Varie.
Coma verduras en cada comida. Cocine con aceite de oliva, nunca con mantequilla.
Remplace las margarinas, natas y el aceite de girasol por aceite de colza (siempre extra-virgen y de primera presión en frío).
Beba vino tinto en la mesa en cantidad razonable (2-3 vasos al día).
Y si su riesgo cardiovascular es alto y/o no le gustan las sardinas, tome 2 cápsulas de OMEDOCTA/ día.

 

Le deseo buena salud!
Dr Pascal Trotta

Tel : 943 059 203

 

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